El cese de actividades declarado por la Federación Sindical Marítima y Fluvial (Fesimaf) que afectó embarques de granos fue levantado

Con la declaración de la Federación Sindical Marítima y Fluvial (Fesimaf) del cese de actividades en reclamo por paritarias en todas las empresas de remolque, el sector agroexportador hizo saber su preocupación por las pérdidas económicas y el desprestigio que representa para Argentina ante el mundo.

Tras intensas negociaciones, la Federación Sindical Martítima (FESIMAF) anunció el levantamiento del paro de remolcadores que dejó en vilo a la actividad portuaria en los últimos días.

La entidad que agrupa al Sindicato de Obreros Marítimos Unidos, el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y Cabotaje Marítimo, el Sindicato Conductores Navales y la Asociación Profesional de Capitanes y Baqueanos Fluviales, comunicó que se arribó a un acuerdo con la Cámara Argentina de Remolcadores (CAR), sin brindar detalles de lo convenido.

Luis Zubizarreta, presidente de la Cámara de Puertos Privados Comerciales, alertó que la medida de fuerza que tenía varias terminales bloqueadas con buques cargados sin zarpar se potencia la bajante río que afecta al calado. La medida afectó a los puertos granarios de Necochea, Bahía Blanca y Buenos Aires.

La mayoría de los puertos no necesita remolcadores, pero los buques que requieren el servicio para salir y entrar de la capital de Santa Fe los utilizan. También sucede con los que salen del canal secundario del Puerto General San Martín: Cofco, el muelle de tránsito de ADM y Dempa & Pampa, de Bunge. Otro tanto ocurre con Villa Constitución, San Nicolás, San Pedro y Buenos Aires; Necochea y Bahía Blanca.

El 80 % del comercio exterior fue interrumpido afectando a todo tipo de buques que transportan diferentes mercaderías, cereales, hidrocarburos, aceite vegetal, fertilizantes, automóviles, contenedores, con la consecuencia -en este último caso- que los buques omitan los puertos argentinos, cancelando la carga de exportación y descargando la carga de importación en Puertos de Montevideo o Río Grande.

La medida lleva al país a incumplir con los contratos internacionales, restringir el ingreso de divisas y afectar el normal desenvolvimiento de la actividad en aquellas plantas que necesitan de la materia prima para poder continuar la producción.

En el caso de la agroexportación se tuvo un ingreso récord de divisas en el año 2022, según informaron la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), al llegar a u$s 40.438.170.941, un 22 % por encima de 2021.