La cerveza en la Argentina es una agroindustria federal que está en constante innovación. El 99 % de lo que se consume en el país es producida integralmente en nuestro territorio, con materias primas y proveedores locales. Se trata de una extensa cadena de valor, integrada por diversos actores, como las 700 microcervecerías que hay a lo largo de todo el país.

Durante 2018, los argentinos consumimos 45 litros per cápita de esta bebida en sus diferentes variedades.

Cerveceros Argentinos es la cámara que nuclea a las principales compañías y productores de cerveza y malta en el país y fue quien presentó un estudio realizado que refleja a la agroindustria en la actualidad y pone en evidencia su gran impacto sobre la economía nacional luego de más de 129 años de trayectoria. El sector cervecero realiza un gran aporte al país, utilizando ingredientes nacionales, producidos por economías regionales como es el caso de la cebada y lúpulo.

Su producción comienza en distintas zonas rurales del interior del país, con la siembra de cebada y lúpulo. En este sentido, en el último año se registró una cosecha de 4,1 M toneladas de cebada, con un total de más de 1 M de hectáreas sembradas en 8 provincias del país. Además, durante 2018 se elaboraron 797.000 toneladas de malta y se cosecharon en el país 300 toneladas de lúpulo.

Sin dudas, se trata de una cadena federal que involucra a distintos actores y actividades, además de la cebada y el lúpulo, como la levadura, malta, la elaboración de la cerveza que se distribuye a más de 400.000 puntos de venta a lo largo y ancho de Argentina. En este marco, si tuviéramos la posibilidad de ver qué hay detrás de cada cerveza, encontraríamos que para su elaboración se necesita la participación de distintos sectores como: envases, tapas, etiquetas, cajones, servicios industriales, tecnología aplicada a la calidad, publicidad, entre otros.

La agroindustria cervecera se sitúa entre los sectores de mayor dinamismo en la generación de empleo en los últimos años. Da trabajo a más de 127.500 personas a lo largo de todo el país, a través de 11 grandes cervecerías, más de 700 microcervecerías, 5 malterías, 250 distribuidores, más de 1.500 productores agropecuarios y 5.000 proveedores, que en un 95 % son PYMES nacionales.

A su vez, en los últimos 20 años la cantidad de puestos de trabajo en el sector se han duplicado, convirtiendo a la cervecería en una agroindustria líder en el mercado de alimentos y bebidas. Así, este sector se consolida como un importante actor en la economía nacional.

Argentina se posiciona como el principal proveedor de cebada y malta a los países sudamericanos. La exportación del complejo agrocervecero creció un 561 % en los últimos 15 años, llegando a exportar u$s 522 M durante 2018. Esto significa que los mercados de la región consumen cerveza elaborada con ingredientes principalmente con cebada cultivada en la provincia de Buenos Aires, seguida por Santa Fe, Entre Ríos, La Pampa, Córdoba y Santiago del Estero.

De esta forma, las exportaciones de materias primas cerveceras representan un factor importante de generación de ganancias para la economía nacional.

Según Cerveceros Argentinos, en el país se consumieron unos 45 litros per cápita en el último año, número que en comparación con la región es bajo teniendo en cuenta que el promedio de países latinoamericanos es de 60 litros per cápita. En Argentina, este valor representa una oportunidad de crecimiento. Sin embargo, la industria cervecera afronta una alta carga tributaria que, según el informe, asciende a 52,4 %, por encima del promedio de alimentos y bebidas, lo que dificulta el crecimiento de la categoría.

Además, al analizar el consumo de cerveza en los últimos años, la investigación pone de manifiesto que los amantes de esta bebida se han volcado hacia productos más sofisticados, que ya constituyen el 20 % del volumen de ventas. La búsqueda del consumidor por nuevos sabores llevó a que la agroindustria cervecera elabore nuevas variedades premium como son las Ale o aquellas a base de trigo. Para acompañar esta tendencia, además, se diseñaron nuevos envases y presentaciones que se adaptan a las nuevas situaciones de consumo.