El 50 % de la superficie de soja y maíz en todo el país está afectada por la presencia de Amaranthus. El manejo de malezas es un desafío: hace un tiempo se pensaba que el yuyo colorado no llegaría al sur de la provincia de Buenos Aires, hasta que apareció.

Desde la Jornada de actualización de manejo de malezas a campo llevada por Syngenta, Gastón Guevara, Jefe de producto de herbicidas de la compañía, explicó que se está viendo un incremento en el uso de herbicidas selectivos debido al aumento de malezas resistentes. Las gramíneas y el Amaranthus son las malezas que más estrategias demandan. El 50 % de la superficie de soja y maíz ya está afectada por Amaranthus, y el 60 % de esta superficie tiene una infestación de moderada a alta. En la campaña 2016 se relevó que la presencia de esta maleza ya alcanzaba un 62 % de los campos que entraban en la etapa de cosecha.

El Amaranthus es resistente a glifosato y ALS independientemente si es quitensis o palmeri.  Para detectarlo, es clave monitorear la cabecera de los lotes porque su semilla se esparce principalmente a través de las maquinarias. La recomendación de Syngenta es llegar al momento de siembra sin plantas de Amaranthus nacidas.

Según explica Raúl Moreno, responsable de desarrollo  de herbicidas de Syngenta, “la zona sur está recién arrancando con los problemas de yuyo colorado y eso implica una gran oportunidad para evitar inconvenientes mayores en el futuro. Para lograrlo, Syngenta brinda una amplia variedad de herramientas para el control efectivo de Amaranthus en soja para ser utilizado en barbecho, en pre o post emergencia. “La posibilidad de que las malezas continúen desarrollando resistencia a diferentes modos de acción es hoy una realidad. Para enfrentar este problema Syngenta ha lanzado en los últimos años herbicidas con doble modos de acción, son estrategias apuntadas a combatir la resistencia en las malezas”.

Las principales malezas detectadas en el sur de la Provincia de Buenos Aires son: Rama negra, en el 72 % de los campos;, Sonchus, en el 45 % de los lotes; Brassicas, con resistencia múltiple en un 40 %; Lecherón, en un 20 % y el yuyo colorado que ya está en más del 20 % de los lotes de la zona.

“Hemos visto que el maíz detecta las malezas y compite produciendo mayor área foliar y menos desarrollo radicular. Esta situación, resulta perjudicial para el cultivo a la hora de enfrentar un estrés posterior. Es importante identificar la maleza que predomina para definir cuál es la mejor estrategia a utilizar”, sostuvo. Para ejemplificar esto presentó experiencias realizadas durante tres campañas en barbechos previos a la siembra de maíz.