La agenda del trigo trató su cotización, el precio de los insumos, la dinámica de los mercados, la situación de los productores y el planteo sobre la tecnología HB4 con especialistas de primer nivel en el cierre del Congreso de granos finos más importante de Latinoamérica.

A Todo Trigo tuvo un cierre a toda orquesta. La 11° edición significó la vuelta a la presencialidad del tradicional congreso, luego de un periplo de dos años de ediciones virtuales, forzadas por la pandemia de Covid. Raúl Dente (Federación de Acopiadores), Daniel Miralles (FAUBA-CONICET), Enrique Erize (Novitas), Gustavo López (Agritrend) y el asesor privado Jorge González Montaner fueron los encargados de exponer las conclusiones en un debate sin desperdicios.

“En un momento de mercados muy tirantes, estos precios entusiasman a cualquiera, pero hay que tener cuidado”, arrancó Raul Dente —moderador del debate— antes de pasarle la pelota a la dupla Erize – López que se enfocaron en la situación de los mercados. “Todo indica que vamos a seguir viendo precios de locos, la guerra en noreste de Europa y los factores climáticos de Estados Unidos hace prever que estos precios se mantendrán”, señaló Gustavo López.

En la misma línea, Erize dijo que no ve fundamentos bajistas muy potentes, a pesar de cierta ralentización de la economía china, a causa de un recrudecimiento de la pandemia. “Los chinos no son tontos, tienen reservas por 3,5 billones de dólares, y en un momento en que su gente manifiesta hartazgo por el confinamiento no van a permitir que les falte comida. Ahora: son maestros del suspenso”, ironizó el experimentado consultor de mercados agrícolas. Es decir que, en líneas generales, la situación de precios en alza seguiría manteniéndose por un tiempo más.

Desde una mirada más enfocada en la producción, Daniel Miralles —coordinador técnico de A Todo Trigo— consideró que se trata de un momento muy particular porque “todos hablan de precios récord, pero nadie dice nada del costo de los insumos, de los fertilizantes, los agroquímicos” y advirtió que los productores se enfrentan a una siembra donde no está asegurada la disponibilidad de fertilizantes.

En un momento clave de la campaña, Gustavo López acotó que el productor es “muy inteligente y cada día está siendo más empresario”, tomando opciones y cubriéndose cuando es necesario. “Haber vendido gran parte a precio, 3 M de Tn que no están sembradas, es algo inaudito, nunca lo vi”, remató.

Erize, por su parte, lamentó que no haya un mayor aprovechamiento de la coyuntura alcista por el intervencionismo, la improvisación y desconocimiento de los funcionarios del Gobierno argentino. “Intervencionismo mata mercado”, resumió como slogan.

Otro de los momentos picantes del debate se produjo cuando Raúl Dente tiró en la mesa de expertos la cuestión del trigo HB4. Un debate que cruzó transversalmente toda la edición del Congreso, cuando en su inicio el Gobierno publicó la aprobación de este material. El guante lo recogió Jorge González Montaner: “Lo que ha hecho Raquel Chan –la referente del Conicet que lideró las investigaciones del HB4- es fantástico”, ponderó, pero también consideró que Bioceres “debe respetar los tiempos”.

“Es una pena que nos enfrentemos por esto. Es muy positivo desde el punto de vista científico, pero desde lo productivo y agronómico todavía hay cosas por ajustar. Creo que, a partir de unos años, esto no va a ser un problema”, argumentó el reconocido asesor privado.

En la misma línea, Miralles señaló que se trata de un avance importante. “Australia tiene hace 25 años trigos transgénicos, la cerveza que tomamos tiene maíz transgénico y no lo sabemos; Brasil consume polenta transgénica y nunca hubo evidencias serias de que hagan daño a la salud de los humanos”, remarcó. No obstante, “la controversia viene por un problema comercial, de mercados”, señaló ante el asentimiento de Dente.